martes, 26 de abril de 2011

Los cambios morfognenéticos

Me acaba de llegar un correo de una amiga, que por cierto hace muchos años no veo y que quiero compartir con ustedes, ya que a parte de ser muy interesante, refleja el propósito principal de participación e interacción de este blog y por supuesto una opción más de camino en nuestras vidas. Espero y deseo que les guste como a mi, pero que sobre todo lo podamos poner en practica.


Dos experimentos diferentes fundamentan la teoría del 'número crítico' o número necesario de adherentes a una idea para que ésta 'prenda' en una sociedad, también conocido como ‘masa crítica’.
Uno de los experimentos consiste en encerrar un grupo de ratas en un laberinto. La primera generación de ratas demora mucho en encontrar la salida; la segunda, menos; la tercera, mucho menos. Ninguna de estas tres generaciones mantuvo contacto con la anterior. Tiempo después el experimento se repite en otro lugar, con otras ratas, las que logran salir del laberinto con igual velocidad que la última generación del primer grupo.
El segundo experimento -no relacionado con el anterior- se realizó con unos monos en una isla del Japón. Se les cambió su alimento habitual por papas dulces recién sacadas del suelo, cubiertas de arena y greda. Al principio los monos rechazaron estas papas, hasta que una mona tomó una y la fue a lavar al río. La mona enseñó el truco a sus amigos jóvenes, y al poco tiempo el grupo estaba dividido en los monos que sabían lavar papas y los que aún no querían o no podían aprender. Poco a poco se integraban nuevos monos al primer grupo. Un día, un mono cumplió con el número crítico (fue algo así como la gota que rebasó el vaso): cuando él lavó sus papas, todos los demás monos de la isla lavaron las suyas. Además, la información saltó por el espacio a otra isla cercana, y de allí a otra hasta llegar a los centros principales del Japón.
La teoría postula, entonces, que cuando se produce un cambio en el aprendizaje, ese cambio se mantiene aislado durante un tiempo, hasta que un número determinado de individuos (el número crítico) lo aprende y crea lo que se denomina 'campo morfo-genético', según la expresión de Rupert Sheldrake. Éste hace que, en otras partes, gran número de individuos aprendan repentinamente el comportamiento en cuestión.
Algo así se espera que suceda con el Espíritu de la Paz. Es posible crear una conciencia de paz en toda la humanidad sin que cada uno de sus miembros haya pasado por un proceso de desarrollo espiritual, para alcanzar la paz interior. Un 2 ó 3 por ciento de la población basta para producir un campo morfo-genético, o sea un pensamiento común, positivo y bien dirigido, que hace que más personas se adscriban a él. Esto sucede por lo que hoy se llama número crítico, y que hace más de un siglo Hegel había denominado 'Espíritu del Mundo': si una cantidad suficiente de individuos desean lo mismo, piensan lo mismo y hablan de lo mismo, sus ideas se propagarán al resto de la humanidad.  

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